En este ateneo se analiza la gamificación en el ámbito de educación y cómo puede mejorar las prácticas clínicas.

Comenzamos definiendo a la gamificación como una estrategia pedagógica que incorpora elementos propios de los juegos, tales como recompensas, desafíos, competencia, retroalimentación inmediata y niveles de progreso, en contextos que no son lúdicos, como el aula o la formación clínica.

¿El objetivo? Aumentar la motivación, el compromiso y la eficacia del aprendizaje, algo que es especialmente valioso cuando trabajamos con contenidos complejos, como los de cuidados críticos o protocolos clínicos.

Aunque el uso de dinámicas de juego en educación no es nuevo, el término “gamificación” se popularizó a partir de 2010, especialmente en ámbitos corporativos y educativos.

En salud, su incorporación fue más lenta, pero en la última década —y muy especialmente después de la pandemia—, hemos visto una fuerte expansión, tanto en la educación médica como en enfermería, en formatos presenciales y virtuales.

En el ámbito de la formación en enfermería, la gamificación se ha consolidado como una herramienta innovadora que complementa los métodos tradicionales.

Esto responde a varios desafíos actuales:

• La complejidad creciente de los cuidados de salud.
• La necesidad de adquirir competencias prácticas en entornos seguros.
• Y la preferencia de las nuevas generaciones por experiencias dinámicas e interactivas, más cercanas a sus formas cotidianas de aprender.

Por otro lado, la gamificación en salud no solo crece como concepto educativo o terapéutico, sino también como un mercado global en expansión acelerada. 

Vamos a repasar seis beneficios principales de la gamificación en la enseñanza:

1. Aumenta la motivación y el interés, haciendo que incluso los temas más técnicos sean atractivos y participativos.
2. Refuerza el aprendizaje significativo, mejorando la comprensión de conceptos clave como algoritmos clínicos y normas de seguridad.
3. Desarrolla habilidades prácticas y clínicas en entornos simulados, sin poner en riesgo a los pacientes.
4. Incrementa la autoeficacia y la confianza profesional, gracias a la retroalimentación inmediata y la posibilidad de repetir y corregir errores.
5. Fomenta el trabajo en equipo y la resolución de problemas, habilidades fundamentales en todo entorno asistencial.
6. Y por último, es adaptable y flexible: se puede aplicar tanto en modalidad presencial como híbrida o virtual.

 

Kahoot, Quizizz, Moodle gamificado

• Plataformas interactivas de quizzes con retroalimentación inmediata.
• Fomentan la participación y la competencia sana.
• Simuladores virtuales con escenarios clínicos
• Permiten experimentar situaciones reales en entornos seguros.
• Refuerzan la toma de decisiones y el pensamiento crítico.

 

Apps con realidad aumentada o realidad virtual

• Visualizan contenido complejo (anatomía, procedimientos) de forma inmersiva.
• Incrementan la motivación y la comprensión.
• Sistemas como Moodle o Google Classroom con elementos de juego.
• Permiten seguimiento del progreso. 

 

A continuación se presenta un estudio reciente publicado en BMC Medical Education en 2023 en Taiwán titulado: Evaluación de la competencia interprofesional de enfermeras registradas en atención de emergencias mediante la gamificación del entrenamiento en reanimación cardiopulmonar.

 

Objetivo de estudio

Evaluar las competencias interprofesionales en atención de emergencias de enfermeros mediante la gamificación del entrenamiento en RCP.

Esta investigación se enfoca en cómo la gamificación puede mejorar las competencias clínicas de enfermeros en situaciones de emergencia, específicamente en reanimación cardiopulmonar.

Los  hallazgos respaldan la idea de que la gamificación no solo mejora la motivación, sino que tiene impacto directo en la autoconfianza clínica, la toma de decisiones, y el entrenamiento en escenarios críticos.

También se observó que, pese a las dificultades habituales en la lectura de arritmias, el entrenamiento gamificado permitió una mejora considerable. Los participantes se sintieron más seguros y confiados, lo que puede traducirse en un mejor desempeño en situaciones reales.

En conclusión, este estudio aporta evidencia concreta de que las herramientas de gamificación pueden ser muy efectivas en la formación continua del personal de enfermería.

Implementar este tipo de metodologías, que permiten entrenamiento seguro, repetible y motivador, podría elevar los estándares de competencia clínica en entornos de alta presión como la atención de emergencias.

Este es un paso más hacia una educación en salud más activa, tecnológica y centrada en el profesional.

Con respecto al segundo artículo  se trata de una investigación realizada en Egipto que evaluó el efecto del uso combinado de gamificación —a través de la plataforma Kahoot!— y realidad aumentada (AR), en el aprendizaje sobre ventilación mecánica. publicado en el 2024.

El objetivo fue determinar si estas herramientas mejoran el conocimiento, la motivación, la autoeficacia y la satisfacción de los estudiantes de enfermería en comparación con las clases tradicionales.

La ventilación mecánica es un tema complejo y esencial en la formación de enfermeros de cuidados críticos. Tradicionalmente se enseña con clases magistrales, pero este enfoque suele resultar limitado para motivar, involucrar o facilitar el aprendizaje práctico.

Con el avance tecnológico y el impacto de la pandemia, se hace cada vez más necesaria la adopción de estrategias activas y digitales.

La gamificación y la realidad aumentada surgen como herramientas prometedoras para transformar la forma en que se enseña y se aprende en salud.

 

Conclusiones 

Este estudio demostró que combinar Kahoot y realidad aumentada no solo hace las clases más dinámicas, sino que tiene un impacto real en los resultados de aprendizaje.

Las tecnologías interactivas permiten:

• Aprender con mayor profundidad.
• Sentirse más seguros al aplicar los conocimientos.
• Participar activamente, incluso quienes suelen quedarse callados en clases tradicionales.

Además, se crea un entorno colaborativo, competitivo pero sin presión, que favorece la práctica sin miedo al error.

En resumen, esta investigación demuestra que la gamificación y la realidad aumentada pueden mejorar de forma efectiva el aprendizaje en contenidos complejos como la ventilación mecánica.

Incorporar estas herramientas en la formación de enfermería puede ser clave para preparar profesionales más motivados, seguros y competentes en entornos críticos.

A modo de cierre se comparten  algunas conclusiones clave que surgen de los dos estudios analizados.

Ambos trabajos —uno enfocado en estudiantes de enfermería y otro en enfermeros en ejercicio— muestran que la gamificación aplicada a contenidos clínicos críticos tiene un impacto positivo real: mejora el conocimiento, aumenta la motivación, refuerza la confianza profesional y genera altos niveles de satisfacción.

Además, en los dos casos se comprobó que el factor más importante para el éxito no fue la tecnología en sí, sino que los usuarios sintieran que la herramienta era útil para su aprendizaje.

Si pensamos en el contexto argentino, la buena noticia es que muchas de estas estrategias son totalmente aplicables: desde el uso de Kahoot o Quizizz en clases de anatomía o emergencias, hasta simuladores sencillos con escenarios clínicos.

Por eso, integrar la gamificación en la enseñanza de enfermería no es solo posible, sino necesario para formar profesionales más preparados, seguros y comprometidos con su rol en entornos reales de atención.

Podés ver la presentación completa acá: enlace al ateneo.

 

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