Aprender Salud
Del Chequeo al Control Periódico
Una concepción integral del cuidado, que une la medicina tradicional a la vida cotidiana y produce nuevos roles y oportunidades a médicos y pacientes.
El chequeo es un término de larga data que remite a realizarse estudios o análisis. El concepto actual es más amplio, es el de un examen periódico de salud que, por un lado, incluye una revisión del estado de salud y eventuales estudios y por otro, una entrevista para rever con el médico acciones y rutinas a favor de la salud, estableciendo de manera conjunta las estrategias para cuidarla.
Si bien existe una confianza en que la tecnología por si misma puede producir un diagnóstico o responder a la pregunta “¿Cómo esta mi salud?” Es a través de la entrevista, el trabajo en equipo de médicos, pacientes y familia y, además, el conocerse a través del tiempo, lo que hace más provechoso al llamado chequeo. Los médicos del Servicio de Clínica nos apuntan: “Hoy en día son muy pocos los estudios que se aconsejan a toda la población adulta por su valor preventivo y su posibilidad de detectar enfermedades. La mayoría surgirán de una consulta individualizada.” Los que han comprobado ser universalmente recomendables cuando no hay antecedentes familiares, síntomas u otros factores de riesgo que sugieran la necesidad de investigar otras variables son: la medición de la presión arterial, glucemia y colesterol una vez al año y una colonoscopía después de los 50 años. Para las mujeres, además, se añaden PAP y la mamografía.

Por otro lado, se destaca que la mayoría de las medidas preventivas más eficaces son hábitos cotidianos como la buena alimentación, tomar la medicación indicada regularmente, realizar actividad física, no fumar, usar casco en moto o bicicleta y cinturón de seguridad en el auto, además de la actividad sexual segura (uso de preservativo).
Hay situaciones diversas
Los análisis me dieron bien. Otras veces los análisis dan buenos resultados y producen confusión, se puede pensar que: “Si todos los análisis me dan bien, no hace falta que cambie mis hábitos, aunque sé que son poco saludables.” Sin embargo si esa persona fuma, el daño que se hace no tiene porqué salir en un estudio, lo mismo sucede si es hipertensa o tiene obesidad. Estas serán las situaciones que habrá que atender en la consulta, entendida más que como una verificación de parámetros, como una oportunidad de ganar salud.
No me hago un chequeo porque me da miedo. El chequeo no será neutro en relación a cómo se lo vive. Incluso en algunas personas lleva una importante carga de aprehensión: “No me hago un chequeo porque me da miedo que me encuentren algo.”
No me hago un chequeo porque no tengo miedo. “A mí no me duele nada, no me va a pasar”, solemos escuchar de los varones. Al parecer las mujeres suelen tener más incorporados los beneficios de los controles en salud.
Para qué voy a ir si no hice lo que el médico me indicó. Pocas veces podrá lograr todo lo que planea y volver a contárselo a su médico de confianza. Es importante que si usted no logra modificar sus rutinas como lo pactó con él, concurra igual a su control periódico para buscar juntos alternativas más viables.
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Nota publicada en la revista Aprender Salud.