¿En qué consiste el tratamiento?

La remoción de tatuajes con láser es un procedimiento médico que utiliza tecnología de última generación (láser Nd:YAG Q-Switched) para fragmentar las partículas de pigmento presentes en la piel y permitir que el propio organismo las elimine de manera progresiva.

El láser emite pulsos de luz de alta energía que son absorbidos selectivamente por los pigmentos del tatuaje sin dañar el tejido circundante. De esta manera, las partículas se descomponen en fragmentos microscópicos que son reabsorbidos y eliminados por el sistema inmunológico.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

El número de sesiones varía según el tamaño, color, profundidad y tipo de tinta del tatuaje.
En general, se requieren entre 6 y 10 sesiones, espaciadas cada dos meses, para permitir que el organismo elimine los pigmentos entre una aplicación y otra.

Los tatuajes profesionales suelen requerir más sesiones que los amateurs, ya que contienen mayor cantidad y densidad de tinta.

¿Qué resultados se pueden esperar?

La desaparición del tatuaje es progresiva. En cada sesión el color se atenúa y la piel recupera su aspecto natural progresivamente. Los resultados dependen de factores como el tipo de pigmento, el color (los tonos negros y rojos responden mejor que los azules y verdes) y la respuesta individual de la piel.

¿Duele el procedimiento?

La sensación es similar a la de hacerse un tatuaje, aunque el procedimiento es mucho más breve. Para mayor confort, se aplica anestesia tópica o frío local antes del tratamiento.

¿Es seguro?

Sí. Es un tratamiento no invasivo, que debe realizarse exclusivamente en centros médicos habilitados y bajo supervisión profesional.
A diferencia de los métodos antiguos (raspado o cirugía), el láser no deja cicatrices y minimiza el riesgo de complicaciones.

INDICACIONES PARA LA PREPARACIÓN

• Evitar la exposición solar directa y el uso de autobronceantes durante al menos 2 semanas antes.
• Mantener la piel limpia, sin cremas ni maquillaje el día del procedimiento.
• No consumir alcohol ni medicamentos anticoagulantes (como aspirina o ibuprofeno) 48 horas antes.
• Informar al profesional sobre antecedentes de alergias, medicamentos o enfermedades dermatológicas.
   

INDICACIONES POST APLICACIÓN

• Aplicar compresas frías o cremas calmantes indicadas por el médico.
  Evitar la exposición solar directa y usar protector solar FPS 50+ durante al menos 1 mes.
• No retirar las costras ni rascar la zona tratada.
• Evitar piscinas, saunas y actividad física intensa durante los primeros días.
  Mantener la piel limpia, seca y bien hidratada.