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Aprender Salud

Rehabilitación: “El protagonismo del paciente hace posible la recuperación”

Desde el Servicio de Kinesiología, comparten los avances en este campo, donde el rol del paciente es fundamental.

Nota originalmente publicada en la revista impresa Aprender Salud, diciembre 2015.

Entrevistamos al Licenciado Alejandro Midley, Jefe del Servicio de Kinesiología, quien junto a Mercedes Pozzo -Sub Jefa del Servicio- y Graciana García -Jefa de Consultorios Externos- nos cuentan en detalle los avances en el campo de la rehabilitación y el creciente desarrollo de nuevas instancias para el tratamiento, orientados en el desafío de la continuidad del cuidado.

Aunque por pocos conocido, el significado de la palabra kinesiología es el estudio del movimiento. Y ya que el movimiento es fundamental en el bienestar y la salud -como sostenemos desde la revista- nos acercamos al Servicio de Kinesiología para conocer en profundidad los avances en el campo de la recuperación de distintas patologías, que incluyen una participación activa del paciente y su familia.

“Durante la jefatura del Dr. Osvaldo Patiño (hoy Jefe honorario del Servicio) comenzó a desarrollarse un concepto moderno de la rehabilitación. En este escenario, además de la preparación científicamente sólida de los profesionales se incluye la colaboración del paciente y del entorno familiar: kinesiólogo y paciente trabajan coordinadamente en función de su recuperación”,  comienzan señalando.

¿Qué ejemplo puede mostrar esto?
-Un ejemplo muy evidente son los avances en la rehabilitación luego de las cirugías, como el reemplazo de cadera y rodilla. Hace años los pacientes permanecían hasta 30 días internados, hoy -si todo va bien- se van a la casa pocos días después de la operación. Además, la rehabilitación es un proceso programado que comienza antes de la cirugía con talleres educativos, continúa durante la internación con las visitas del kinesiólogo y los primeros ejercicios, para finalizar luego del Alta.

En cada etapa, el profesional, el paciente y su familia trabajan juntos y, de a poco, es el paciente el que va adquiriendo un mayor protagonismo, hasta lograr continuar con su recuperación en otros ámbitos como su hogar o en actividades físicas supervisadas.

¿Qué sucede en el ámbito no quirúrgico?
-Allí la metodología de trabajo del kinesiólogo y los resultados que puede lograr el paciente son similares, aunque los problemas son bien diferentes. Cuando se trata de dolencias crónicas (lumbalgia, cervicalgia y las artrosis en general) a veces cuesta entender este proceso que parece tan evidente en el caso de una cirugía. Porque en este tipo de problemas es mucho mayor el protagonismo del paciente para lograr un mejor resultado.

¿Qué significa esto?
-Significa que la recuperación se logra con cambios de hábito como bajar de peso, empezar a moverse, modificar posturas, conductas o realizar una rutina de ejercicios de forma sistemática. No hay soluciones mágicas. Quizás, con los años se creó una imagen del kinesiólogo como alguien que “sólo da masajes” o coloca ciertos aparatos. Pero esto es algo antiguo, que quedó en el pasado 

¿Cuál es, hoy, el rol del profesional en estos casos?
-Nosotros partimos del diagnóstico médico y profundizamos el origen físico de, por ejemplo, una lumbalgia. Y allí no hay dos pacientes iguales, ya que pueden tener el mismo dolor por causas muy distintas. La función del kinesiólogo es educar al paciente en su afección, aplicar un programa de tratamiento progresivo y darle las indicaciones básicas para que asuma un rol activo en su recuperación. Pero la otra mitad del camino depende del compromiso y la perseverancia del paciente,

¿Cómo participa el paciente en su mejoría?
-En principio entendiendo que sus acciones van a ser fundamentales para la solución a sus problemas. Y también intentando cumplir con las indicaciones específicas para su situación, que por lo general, son ejercicios para realizar a diario en su casa o una rutina de movimiento supervisada que se puede dar en un gimnasio, o ahora también en parques y plazas.

Esto se relaciona con otro concepto novedoso en la salud, la continuidad del cuidado...
Ese es el criterio que ordena todo, mientras en una cirugía se programa la recuperación después del Alta cuando ya no es necesario permanecer en el Hospital (ver AS número 30 pág.4), en casos de dolencias crónicas el paciente obtiene mejores resultados al trabajar en grupo, en ámbitos no hospitalarios.

¿De qué forma colabora el trabajo en grupo?
-Hoy en día está demostrando grandes resultados la idea de que se trabaje en grupo la rehabilitación y dejar lo individual para casos muy específicos. La gente se estimula más en un grupo, se motiva mejor para continuar, aprende otras cosas. Y dentro del grupo no todos hacen lo mismo, cada uno tiene su especificidad respetando sus necesidades, porque están bajo la coordinación de un profesional que sabe qué es lo que necesita cada uno.

¿Qué espacios de trabajo grupal supervisado ofrece hoy el Hospital?
-Actualmente trabajamos en dos grandes instancias que buscan favorecer la continuidad del cuidado y el trabajo grupal en el campo de la rehabilitación. Por un lado, equipos de kinesiólogos articulados con los médicos brindan talleres teórico prácticos sobre temas específicos donde el movimiento cobra gran importancia, por ejemplo las patologías respiratorias crónicas (EPOC, asma, etc.) y la rehabilitación de la marcha y prevención de caídas. Hay espacios mensuales abiertos a la comunidad donde se aprende a superar los desafíos cotidianos para comenzar a moverse (ver cuadro).

Y por otro lado está la gran estructura que ofrece el Plan de Salud a través de las actividades agrupadas bajo el concepto Aprender salud en Movimiento. Allí un grupo de profesionales -con quienes trabajamos de forma coordinada- ofrecen actividad física supervisada en parques y plazas de diferentes barrios. 

Esto es un gran cambio en el proceso de atención...
-Para nosotros es un cambio de paradigma realmente, implica desterrar esa antigua idea del sistema de salud de que todos los problemas se solucionaban con 20 minutos acostados en una camilla. La gente lo sabe, tiene claro que moverse le hace bien y que el ejercicio supervisado es bueno para su tratamiento, ya sea en un gimnasio o en un parque. Y, de a poco, los profesionales lo van adoptando. Y en lugar de indicar cantidad de sesiones y tratamientos a realizar, solicitan una interconsulta de evaluación kinésica.

¿De qué se trata la interconsulta de evaluación?
-Es el comienzo del tratamiento y tiene dos partes: una entrevista personalizada donde se evalúa la patología, se identifica el origen del problema, se cuantifica con escalas, etc. Y una segunda parte que se lleva a cabo en el gimnasio. Allí el profesional enseña ciertos ejercicios, verifica que el paciente los pueda realizar correctamente y le generen alivio en su vida cotidiana. 

Por último, define una indicación de cómo continuar el tratamiento proporcionando cuidados especiales para evitar agravar la situación. La indicación puede contemplar un plan de ejercicios correctivos a realizar en el domicilio con control progresivo, la derivación a actividades físicas programadas en los parques o -si la situación clínica del paciente lo amerita- iniciar inmediatamente un tratamiento a realizar en el mismo Servicio. Con este proceso además logramos identificar la urgencia de atención que requiere la patología del paciente o si debe regresar al médico porque tiene una problemática que excede nuestra terapéutica. 

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Publicado en Aprender Salud, Contenidos educativos del Htal. Italiano de Bs. As.