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Aprender Salud

Informe especial: Hígado, para cuidarte mejor

Repasamos, con la Dra. Agustina Martínez Garmendia, lo que es bueno conocer respecto de sus enfermedades y cómo lo cuenta en las redes sociales.

Trabajador incansable, el hígado es un órgano eficiente en la tarea de distribuir, procesar y almacenar los nutrientes y la energía de nuestro cuerpo. Sin embargo, no está exento de enfermarse o que en él repercutan las consecuencias de algunos hábitos poco “saludables”.

Para abordar este tema convocamos a la Dra. Agustina Martínez Garmendia, de la Sección Hepatología del Servicio de Clínica Médica. Ella, desde hace poco más de un año y con gran repercusión en su Instagram (clic acá para seguirla), informa sobre los cuidados del hígado y otros temas, a la vez que identifica y busca derribar las falsas creencias y mitos que existen a su alrededor.

Los invitamos a recorrer la primera parte de esta nota especial y a conocer el trabajo detrás del proyecto de Agustina, que surgió en pandemia y hoy es una gran comunidad sostenida por su trabajo diario y la colaboración de diferentes profesionales.

El gran mito del ataque al hígado o la famosa “pataleta”
“Cuando la gente te dice que lo tuvo, en general no se trata del hígado. El hígado por lo general no duele y -como dice uno de mis jefes, el Dr. Adrián Gadano- si bien el hígado no tiene tanta fama como el corazón o como el cerebro, es un órgano que trabaja las 24 hs. sin parar y de una manera silenciosa”, comienza destacando.

Detrás de lo que llamamos patada al hígado. “Es una de las cosas que más me preguntan, ¿qué se puede tomar para un ataque al hígado? Pero, cuando en el consultorio pregunto con qué lo relacionan, los síntomas que más me nombran son las molestias gastrointestinales o digestivas (que, en general, terminan siendo dispepsia, gastritis o colon irritable, que a veces ocurren  por consumir ciertos alimentos como frituras, alcohol, picantes, comidas altas en grasas) o dificultad en la digestión por alguno de estos alimentos”, explica. 

“También distensión abdominal, sensación de quemazón a nivel de la boca del estómago o, inclusive, síntomas que están vinculados con problemas en la vesícula, por ejemplo. Es decir, dolores que la gente termina relacionándolos al hígado pero, en realidad, lo que duele es el intestino, o es el estómago, o es la vesícula.”

“También lo relacionan mucho con el dolor de cabeza, que termina siendo por otras causas, como la ingesta de ciertas bebidas alcohólicas (aunque no sea en cantidades excesivas) o el consumo de algunos alimentos puede ser el disparador de migrañas o dolores de cabeza, como el chocolate, los quesos, la salsa de soja, etc. La migraña típicamente se asocia con síntomas abdominales, y por eso las personas lo asocian a una patada al hígado”, completa.

Es fundamental la prevención. El hígado sufre en silencio. Lo tenemos que cuidar porque, cuando se enferma o se lesiona, muchas veces lo hace de forma lenta. Y los síntomas aparecen cuando ya está muy enfermo.

 

El hígado graso en 4 conceptos clave
“Hoy en día es una de las consultas más frecuentes, el 30% de la población a nivel mundial tiene hígado graso y, cuando me preguntan de qué se trata, les explico que es la acumulación de grasa en el hígado y acá es importante destacar algunas cosas”, detalla la Dra. Martínez Garmendia. 

1.- Sus causas más frecuentes. “Si bien tiene muchas, las más frecuentes son la diabetes o la insulinorresistencia, el sobrepeso, la obesidad, la  mala alimentación, la dislipemia (colesterol o triglicéridos alterados), el consumo de alcohol y el sedentarismo. Hoy en día,  el hígado graso es parte de lo que los médicos conocemos como síndrome metabólico.”

2.- Se suele “descubrir” en una ecografía abdominal. “Al no dar síntomas, es muy frecuente que la gente se haga una ecografía por otro motivo, o por dolor abdominal, y encuentren un hígado graso de manera incidental.”

3.- Una vez detectado: la importancia de controlarlo. “Es importante señalar que si tenés hígado graso, tenés más riesgo de tener otras enfermedades, como por ejemplo las cardiovasculares (infarto, accidente cerebrovascular, entre otras). Es importante que lo controlemos, ya que en algunos pacientes la grasa puede generar inflamación hepática que la conocemos por esteatohepatitis y en casos más severos puede cirrosis o hepatocarcinoma, que es el cáncer de hígado.”

4.-Un abordaje multidisciplinario y el desafío del cambio de hábitos. “El único tratamiento al día de hoy, que demostró tener impacto en esta enfermedad, es bajar de peso a través de hábitos saludables y de actividad física. El cambio en el estilo de vida es el tratamiento ideal y esto es mejor abordarlo junto a tu médico de cabecera, consultando a licenciados en nutrición y a entrenadores físicos. Tu médico te pedirá que veas a un hepatólogo en caso de que lo considere necesario. 

 

"Informar por redes es una responsabilidad enorme”
Le preguntamos a Agustina sobre cómo surgió el proyecto de contar con un Instagram personal dirigido a la comunidad, los desafíos que fue superando y el apoyo de sus colegas. 

¿Cómo surgió la idea? 
-Surgió en pandemia, yo estaba aislada porque tenía un COVID leve y pasé de trabajar prácticamente todo el día a estar en casa. Siempre tuve ganas de tener una red social para poder informar, para poder interactuar con otras personas, para poder trabajar un poco en prevención, y me había pasado que nunca había podido tener el tiempo para sentarme y pensar en cómo quería hacer las cosas. Así que el aislamiento fue como una muy buena oportunidad.

¿Por dónde empezaste?
-Primero agarré la compu y me puse a escribir sobre los temas que me gustaría hablar, eso me llevó mucho tiempo, más de lo que yo pensaba, porque tuve que actualizarme en algunos temas o volver a leerlos, estudiar. Realmente me pasó que lo tomé con muchísima responsabilidad porque informar por redes es una responsabilidad enorme y es muy importante que el mensaje que demos sea preciso, esté actualizado, y que sea fácil de entender. Considero que hay que usar un lenguaje sencillo para que todas las personas lo puedan aprovechar.  

¿Cómo tomaron en el equipo tu idea?
-En mi sección siempre me apoyaron con este proyecto, mis jefes me apoyaron desde un principio, lo hablé con ellos cuando tuve la idea y -de hecho- muchos de mis compañeros me ayudaron con la difusión a través de sus propias redes. A raíz de esto también surgió un poco la idea y hoy nuestra sección tiene su propio Instagram (N. de la R: podés entrar desde acá).

¿Qué oportunidades y desafíos te genera esta gran comunidad de más de 10 mil seguidores?
-Yo uso mucho las redes para dar información y promover la prevención de ciertas enfermedades, pero también para interactuar con los seguidores. Muestro historias de otras personas para que la gente encuentre apoyo, identificación, en el relato de otros. Y así se animan a preguntar y después llevan todas estas inquietudes a la consulta médica. Siempre repito lo mismo, el Instagram no es un consultorio, y eso es re importante que, al menos mis seguidores, lo entiendan.

Cuanto más grande se hizo la comunidad también me pidieron que abarque otros temas más allá de la hepatología y entonces así terminás haciendo una red con otros colegas, empezás a hacer vivos o posteos en conjunto, o historias con preguntas y respuestas. Recibís preguntas más específicas de otras especialidades que te terminan contestando otros colegas… Nos vamos ayudando entre todos y eso está buenísimo.  

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Publicado en Aprender Salud Contenidos educativos - Enero 2022