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Aprender Salud

Dejar de fumar: Con ayuda, se puede

Aunque no existe una fórmula mágica para lograrlo, el Hospital desarrolló un exitoso programa. Conocelo.

"Muchos quieren pero les cuesta decidir buscar ayuda para dejarlo. Muchos intentan solos y sufren la abstinencia, fracasan y se frustran, se desaniman y creen que no son capaces de lograrlo.”

Así comienza el Dr. Guillermo Espinosa, con quien dialogamos buscando conocer la situación de quienes buscan dejar de fumar en luego de la pandemia y cómo se trabaja en el programa GRANTAHI del Hospital. ¿Cómo impactó la pandemia en los fumadores? ¿Con qué temores y obstáculos se encontraron quienes buscan dejar el cigarrillo?

La pandemia generó cambios de los hábitos de consumo. “Hubo personas que aumentaron el consumo de cigarrillos por situaciones de estrés o de encierro y soledad. Y otros pacientes buscaron mejorar su bienestar físico, disminuir los riesgos de su salud pulmonar, y los demás daños a los órganos que se ven afectados por el fumar”, explica.

Nuevos y antiguos temores. “Los miedos de los pacientes son variados, no sólo por el COVID sino también por problemas cardiovasculares y pulmonares. Vimos aumentos de consumo en lugares cerrados y mayores tiempos de exposición al humo de tabaco ajeno en familiares. Esto generó más pedidos de la familia para que intenten dejar de hacerlo. ¿El COVID en fumadores de muchos años? Generó pocos miedos”, destaca el Dr. Espinosa. 

Quienes venían pensando en dejar. Si bien, al comienzo, la pandemia generó una disminución en el acceso al cigarrillo, esto tuvo como contraparte las limitaciones en la atención presencial y la adaptación a los nuevos formatos de atención: “Hoy se brinda acompañamiento y asistencia en ambos formatos -presenciales y virtuales- con buena aproximación de los pacientes al programa. Vemos que hay personas que se adaptaron más fácilmente, otros siguen prefiriendo lo presencial. Lo que no hacemos ahora es tratamientos grupales”, detalla.

¿Y el vapeo? Este fue un tema que abordamos hace poco en la revista por tratarse de una nueva moda en los jóvenes (ver nota acá). ¿Cómo es el panorama actual? “Sigue estando prohibido el uso y comercialización, distribución y propaganda en Argentina por decreto de ANMAT. También vimos que en los últimos años se amplió el consumo principalmente en jóvenes que buscan probar porque ven y escuchan en diarios y revistas o TV. Sirve poco o nada para dejar de consumir el cigarrillo, no se utiliza en nuestro programa y ya tuvimos pacientes que ayudamos a dejar de usar los cigarrillos electrónicos durante la pandemia. No lo recomiendo y no es bueno su uso por ser perjudicial para los pulmones”, concluye.

“La adicción es un síntoma que nos dice que algo dentro nuestro no está bien” 
Anery Belda tiene 62 años y fumó casi toda su vida. Gentilmente comparte su experiencia con la comunidad, buscando ayudar a quienes estén atravesando una situación similar.

> “A principios del mes de marzo de este año comencé -con la ayuda del Dr. Espinosa del GRANTAHI- mi proceso para dejar de fumar. Y gracias a su atención personalizada, sus tips, su paciencia y su comprensión, hace ya un poco más de 3 meses que estoy sin fumar . 

Pero no me olvido que soy adicta. Y que 3 meses es muy poco tiempo para creer que dejé. Aunque tengo la intención y voluntad de poder hacerlo.”

> “El primer paso fue tomar la decisión de dejar de fumar. Y, después, no olvidarme de las razones por las que tomé esa decisión. El segundo paso fue mantenerme libre del cigarrillo, en abstinencia. Elegir yo misma el día apropiado para fumar mi último cigarrillo fue fundamental. El uso de parches me ayudó mucho durante el primer mes, también haber dejado de fumar en espacios cerrados antes de ese día. Y tener presente que el impulso de fumar solo dura un par de minutos. No ceder a ese impulso fue y sigue siendo todavía a veces difícil para mí.”

> “Pero ahora, que cada vez son más los días en los que sigo sin fumar, lo que están empezando a aparecer son las causas, las razones, los motivos más profundos. Estoy empezando a atar cabos y comprender cómo fue que -sin darme cuenta, creyendo liberarme de la opresión externa- cambié la dependencia emocional, patológica, por la dependencia del cigarrillo. Y así me fue. Porque terminé siendo adicta al tabaco, sin resolver mi dependencia emocional.”

> “Tengo todavía mucho trabajo personal por hacer. Es un compromiso conmigo misma para superar mi dependencia emocional y liberarme de la adicción. Porque ambas van de la mano: la adicción es un síntoma que nos dice que algo dentro nuestro no está bien, que necesitamos ayuda, toda la ayuda que podamos recibir. Y que, cuando nos damos cuenta que solos no podemos, tenemos que animarnos a pedirla con humildad, dejando de lado nuestra soberbia. Porque solo dejando de fumar podremos ver y superar lo que oculta el humo de cada cigarrillo y tenemos la posibilidad de liberarnos de él. Estoy empeñada en lograrlo esta vez.”

Para saber más sobre GRANTAHI. Ofrece consultas  presenciales en algunos centros médicos y consulta virtual a través del Portal de Salud todos los días hábiles en diferentes horarios. Escribí a nofumar@hospitalitaliano.org.ar 

 

 

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Publicando en Aprender Salud Contenidos educativos - Agosto 2021