espalda
Aprender Salud

Posturas que protegen la columna

Proponemos repensar situaciones cotidianas para ayudar a prevenir posibles dolores.

Entrevistamos al Dr. Osvaldo Patiño, Jefe Honorario del Servicio de Kinesiología, con quien reflexionamos sobre estas acciones que podemos realizar para estar mejor, buscando identificar las causas particulares más frecuentes del dolor de espalda.

¿Cuáles son las situaciones cotidianas que más repercuten sobre nuestra columna?
-El primer puesto se lo lleva la computadora. La tecnología trae beneficios importantes y hoy es parte de nuestra vida cotidiana, en casa y en el trabajo. Sin embargo, también puede generar inconvenientes en la postura. Por ejemplo, ahora que las notebooks están reemplazando a las computadoras de escritorio es frecuente que se utilicen en la cama o una mesa ratona y ya no en un escritorio con una silla ergonómica.

Agacharse o levantar mucho peso es otra situación muy común. Por lo general, tenemos modos que son inconscientes o no los hacemos con la idea de cuidar la columna. Entonces, cuando se trata de recoger un lápiz no pasa nada pero, si queremos mover una maceta, todo ese peso recae sobre la columna. Y con la repetición puede generarse el dolor.

Por último -en este ranking de las más frecuentes- es importante el modo en que nos levantamos de la cama o nos incorporamos después de un largo período de reposo. Por lo general, por dormir un rato más solemos salir muy apurados a trabajar y el cuerpo realiza movimientos bruscos luego de estar mucho tiempo en reposo. Y esto es algo cotidiano que puede no ocasionar ninguna dificultad o quizás, inesperadamente, generar dolor al correr el colectivo o después de un viaje largo en micro o avión, cuando queremos recoger rápido el pesado equipaje y salir de la terminal.

¿Qué otras situaciones influyen?
-Es de importancia el estrés que uno puede acumular y también influye mucho la personalidad de cada uno, este es un tema que no hay que minimizar. Hay gente que es muy tensionada o angustiada y “descargan” estas presiones en su columna. Por ejemplo, ante una dificultad laboral uno puede estar muy tenso y eso va a repercutir en todos los movimientos que la persona realice durante el día.

¿Cómo relatan esto los pacientes?
-Hay una graduación muy amplia, desde el simple dolor de cintura hasta una fuerte sensación de bloqueo. Muchas veces dicen “bajé una valija y sentí un pinchazo en la espalda”; otros refieren que -en situaciones más complejas- quedaron “bloqueados”.

¿Qué se intenta transmitir desde la kinesiología?
-Hay una frase que es muy útil: “no se avergüence de ser prudente”. La prudencia en las acciones de la vida cotidiana es fundamental, esto incluye desde el modo en que me siento en una silla, la posición que adopto al trabajar, cómo realizo esfuerzos o de qué manera me muevo. No implica estar atemorizado en todo momento, pero es importante transmitir pequeñas pautas simples para llevar a cabo estas acciones cotidianas (cómo agacharse a correr una maceta, colocar el monitor de la PC, etc.) para que se transformen en hábitos de prevención.

La columna no se cambia, los avances médicos lograron realizar reemplazos de rodilla, de cadera pero, hasta ahora, la columna no tiene repuesto. Por eso es muy importante cuidarla ya que un problema en la columna genera mucho disconfort y afecta sensiblemente nuestra calidad de vida, repercute en todo lo que hacemos. El paciente que es físicamente activo -no quiere decir que practique deporte- siente muchos estos beneficios.

¿Por qué cuesta tanto cambiar?
-A todos nos cuesta mucho, es más fácil cambiar de auto, de casa, de marido que los propios hábitos o costumbres. Y, además, la tendencia que solemos tener es colocar los problemas fuera de nosotros en lugar de preguntarnos ¿qué hicimos para estar un poco mejor?

Es más fácil cambiar de auto, de casa, de marido que los propios hábitos o costumbres

¿Cómo influye el Doctor Propaganda?
-Y junto con todo esto viene la magia de hoy en día, el remedio, la técnica o el aparato que soluciona todo nuestro pesar, nos saca los dolores y nos hace felices como vemos en la televisión. Pero el desafío está en qué vamos a hacer nosotros para estar mejor.

Hoy en día, personas con dolores de columna las hay de todas las edades, incluidos los jóvenes. Pero la incidencia mayor está después de los 40 años.

-
Nota perteneciente a la revista Aprender Salud número 22