Aprender Salud
La timba llegó al celular ¿qué hacemos?
¿Cómo resolvemos este complejo desafío para padres, abuelos, docentes?
Mientras los sitios y apps se multiplican, los profesionales comienzan a advertir que algunos jóvenes se acercan a estas prácticas.
“Los pibes no te dicen que apuestan, pero empezás a ver que se señalan en una charla en un colegio, uno lo manda al frente al amigo entre risas…. Yo hice el ejercicio de ver a algunos youtubers apostando online. Al flaco le quedaban $100 y de repente, jugando, ¡hizo $100.000! ¿Es un caso en miles? Claro, pero los chicos lo ven, es un modelo, puede ser una problemática.”
Así comienzan el Lic. Damián Supply y el Dr. Andrés Luccisano, con quienes conversamos sobre este tema que comenzó a estar sobre la mesa en los últimos meses.
¿De qué forma las apuestas online pueden suponer un riesgo para los chicos y chicas? ¿Qué podemos hacer como padres y abuelos para, sin demonizar, evitar que estas prácticas se vuelvan un problema? Los desafíos de educar en un mundo digital que cambia todo el tiempo.
La temática llamó la atención y diversos medios la han cubierto. Se destaca la nota que les hizo un conocido periodista deportivo y Youtuber (ver acá).
3 conceptos básicos
No solo los chicos, un fenómeno mundial y local
Bet365, Codere, Betsson, Bplay, Betwarrior…¿Qué son esos nombres que aparecen en publicidades donde salen famosos periodistas o están en las camisetas de los principales equipos de fútbol? ¿Qué sucede en Europa?
- Se trata de sitios web o aplicaciones en las cuales cualquier persona puede crearse un usuario y comenzar a apostar sobre eventos deportivos de diferentes partes del mundo. Utilizan las billeteras virtuales como Mercado Pago.
- Si bien uno de los requisitos formales es tener más de 18 años, en la práctica eso se logra transgredir (como también sucede con una bebida alcohólica, por ejemplo). Además, cada provincia del país tiene su propia legislación al respecto.
- Mientras en países como Inglaterra estará prohibido a partir de 2025 tener como publicidad principal en una camiseta de fútbol a estas marcas, aquí en Argentina estamos viviendo un auge y tanto Boca, River Plate y hasta la selección argentina de Messi lucen casas de apuestas como sponsors. Y algunos periodistas famosos son la cara visible de la publicidad.
“Esta generación ve a los streamer, ve a los youtuber, ve que sus amigos juegan, y dicen ‘che, es fácil’, ¿Cómo no probar?”
Adolescencia y un tiempo antes
¿En qué momento las pantallas pueden comenzar a ser un problema?
Forman parte de la vida cotidiana de los chicos, incluso los adolescentes tienen acceso al dinero a través de las billeteras virtuales que los padres les habilitan.
Si las apuestas son una posibilidad riesgosa, ¿qué indicios pueden darnos la pauta de que algo no anda del todo bien con el vínculo de los chicos y los jóvenes con las pantallas?
Ansiedad y angustia. “Lo que primero se nota es que no hay tolerancia a la falta, no hay tolerancia a la espera. Todo tiene que estar siempre liberado a lo placentero, todo tiene que ser placentero. Y ganar es muy placentero”, comienzan señalando.
Lo encubierto, la mentira. “Si uno ve la dificultad en el control de los impulsos, cambios abruptos en el ánimo, si uno ve que pasa mucho tiempo en esto…Hay algo de la irritabilidad que tiene que ver con la frustración, porque todo lo que se vende en la publicidad está en la ganancia.”
Cambios en los hábitos y rutinas. “Dormir mal, poco o muy entrecortado, dormir en horarios como que no son los habituales (dormir toda la mañana, estar despierto toda la noche). También el tema de la alimentación, el hecho de estar mucho tiempo frente a una pantalla, con la ansiedad que genera el juego y el sedentarismo, puede hacer que termine comiendo mucho más y de lo que tenga a mano, como snacks o galletitas”, detallan.
Menos capacidad lúdica. “No en el juego puntualmente sino en lo creativo del juego: la imaginación, la expresión gráfica, leer...Y también aprender nuevas habilidades, como un instrumento.”
Un mal manejo de su propia plata, de su economía. “La idea de la plata fácil a los pibes los seduce un montón, la publicidad normaliza estas situaciones, los amigos juegan y esto puede afectar su autonomía económica, algo que uno aprende en la adolescencia”, añaden.
¿Cuándo se considera una adicción? “Toda adicción tiene tres características particulares: genera una satisfacción muy grande, la persona piensa que puede controlar su conducta y, tercero, es que en algún momento comienza a meterse en el resto de las actividades (vínculos, economía, trabajo, escuela)”, completan.
“Un adolescente que tiene una vida balanceada, un componente social, un componente recreativo, deportivo, intereses, algún hobby y juega algunas horas en línea con sus amigos, no es lo mismo que el que está todo el día en eso.”
Padres, madres, abuelos
¿Cómo podemos acompañar mejor?
“Hay muchos cambios que son naturales y esperables de la adolescencia: la distancia con el mundo adulto, el lugar entre los pares que resuena con estas temáticas, dormir o comer a cualquier hora”, señalan. ¿Cómo abordar el vínculo en esta etapa y en las anteriores?
1.- No demonizar y evitar el conocido “porque en mi época...” “En toda cuestión de prevención -y a toda edad- hay que entender que esto está pasando, evitar pelearse o decirles que es algo malo lo que hacen. Y tampoco ayuda compararlo con el pasado, eso es incómodo porque no es lo que ellos vivieron: su realidad, su historia es con la pantalla. Son nativos digitales.”
2.- Interesarnos, mejor que controlar. “Muchas veces, cuando vos das la pantalla, un poco dejás de controlar porque el chico lo está pasando bien. Y el chico, en lugar de estar mirando al adulto, está mirando la pantalla, su referente, su atención están en el dispositivo. Entonces, sin caer en no podés usar el teléfono, saber primero qué es lo que está viendo, saber qué está consumiendo, saber de qué se trata. Desde el interés, la curiosidad; no desde el control”, destacan.
3.- Presencia, que sepan que estás ahí. “Buscar disponibilidad, es algo que repetimos en los talleres y es lo más complicado, estar para ellos. Y no cerrar los temas, por ejemplo, al hablar de sexualidad, a veces nos dicen los papás, “yo con ellos ya tuve la charla”. Poner la oreja, aprender, estar por si necesitan algo.”
4.- Abuelos: antes te traían una golosina, ¿ahora te prestan el celu? “Hay que ver qué le acercas a un chico, el mundo virtual se ha hecho muy presente en nuestras vidas y, quizás con una buena intención de compartir, uno les ofrece el teléfono en lugar de proponer otras actividades.”
5.- Aprender juntos a andar en la calle y en el mundo digital. “Hay apuestas, hay vicios, contenidos que no están buenos para que los chicos accedan. Y además es algo dinámico, con nivel de vorágine y velocidad cada vez mayor. Esto no comienza en la adolescencia, tenemos que ir un poco antes y ver cómo generar ese puente o esta mirada crítica, de alguna manera, de lo que son los usos tecnológicos.”
Un esfuerzo que valga. ¿Cómo seguirle el ritmo a una vorágine que hace que niños que hoy tienen 10 ó 5 años parezcan generaciones distintas? ¿Cómo evitar el atajo de darles la tecnología y que se entretengan sin prestarles atención? No hay una respuesta sencilla: es un esfuerzo, es incómodo a veces pero es el camino correcto. Intentemos que valga la pena”, concluyen.
“Desde lo médico vemos una constante búsqueda de lo placentero como lo sensorial, sentir placer, asociado a lograr un objeto, algo de consumo.”
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Contenido educativo para pacientes, basado en los conceptos provistos por los profesionales del Dpto. de Pediatría, elaborado por el Área de Educación para la Salud, Hospital Italiano de Bs. As. Este contenido es de índole general y no reemplaza las indicaciones particulares de los profesionales.
Actualización: Abril 2024