segundo proyecto de vida
Aprender Salud

¿Jubilación o segundo proyecto de vida?

Gracias a los avances socio-sanitarios, una persona que está a punto de jubilarse tiene al menos 20 años de vida activa por delante. ¿Cómo aprovechar?

“Yo me jubilo pero no me voy a quedar en mi casa, no voy a estar sin hacer nada, no voy a quedar hecho una planta. Si uno comienza todas las frases con un “no” se está negando a lo que los demás le ofrecen. Cuando yo hablo del segundo proyecto de vida digo que lo hagan en un sentido positivo, comenzar con un sí, hago lo que quiero hacer. Tenemos que cambiar ese sentido”, comienza explicando el Dr. Luis Cámera, a quien entrevistamos en el podcast de Aprender Salud. Revivimos la entrevista completa y te dejamos el audio para escucharlo en formato podcast.

“Yo puedo” como punto de partida. El Dr. Cámera afirma que una de las primeras cosas que deben hacerse, desde la medicina, es asegurar que el pasaje a la segunda etapa sea lo mejor posible. Aunque el paciente tenga enfermedades, que no le generen incapacidad para hacer lo que tiene ganas y desea: “como se trata de un proyecto de vida, es algo sumamente grande; no cómo el que hemos construido antes y ha sido nuestro primer proyecto, pero tiene potencialmente un universo de acciones gigantesco. Para que eso suceda, desde la medicina debemos garantizar las condiciones más favorables”.

Abuelos empoderados. Durante la entrevista, el Dr. explicó que las etapas de la vida se han ido prolongando de manera tal que una persona alcanza su completa maduración recién a los 65 años y aventuró que masa de personas sumamente preparadas -que cada día es más numerosa- será la encargada de la próxima revolución:

“Así como en 1960 fue la irrupción de la juventud, entre el 2030 y el 2090 van a irrumpir los ancianos. La gente mayor se está comenzando a organizar de a poco y creo que cuando la masa demográfica sea más marcada -dentro de veinte o treinta años- la cantidad de ancianos muy potentes en todo sentido -no se olviden que existe el viagra- van a impactar fuertemente en la sociedad. Pronostico, para la década del 2040, la revolución de los abuelos.” 

Algunas situaciones frecuentes

¡Ahora me toca a mí! Es posible que muchas personas -incluso habiendo alcanzado cargos jerárquicos- hayan tenido que trabajar para otros durante gran parte de su vida. El Dr. Cámera sostiene que, a lo mejor, es un buen momento para trabajar para ellos mismos: “Si ya hice lo que tenía que hacer, ya terminé mi carrera, ya construí mi familia, y ya tuve mis hijos, ahora me toca disfrutar a mí”.

A veces alcanza con pequeñas cosas. “Imaginemos una persona que tiene ganas de viajar: puede hacerlo y durante el viaje escribir un libro sobre esa experiencia. No lo han hecho cuando eran jóvenes, pero sí ahora. No importa si lo publicó, si lo editó o simplemente lo hizo. La fantasía se sostiene y hay que trabajarla, eso solo ya es importante”, remarca.

¡Yo ya crié chicos! “Muchos pacientes me comentan que ya no quieren tener esa responsabilidad, sino aprovechar la parte divertida de ser abuelos: disfrutar a sus nietos.”

Los hijos, ¿una influencia negativa? “Yo me encuentro con pacientes que se alegran y enorgullecen cuando sus padres encuentran una actividad, pero también con otros que me piden que les diga que ellos ya están grandes para eso, convénzalos para que no lo hagan”, comenta el Dr. Cámera. 

Para los familiares: ¿qué implica cuidar a un adulto? Sobre el final de la entrevista reflexionamos sobre el cuidado y acompañamiento de los adultos mayores, que tiene su lado positivo (necesario para su salud) pero también negativo. Puede ser difícil saber y entender desde qué lugar y hasta qué punto es necesario y ayuda de verdad a la otra persona. Por esto es que el Dr. concluye con una frase dirigida a la familia: “es importante tener en cuenta que cuando cuidamos a alguien también pasan otras cosas. No sólo ejercemos un vínculo amoroso sino también poder, a la vez que le estamos quitando su independencia y autonomía.”

La comunidad nos cuenta
Fuimos a la sala de espera del Hospital y le planteamos este tema a los pacientes. Aquí sus respuestas.

La jubilación como un segundo proyecto de vida

  • “En un mes cumplo los 60 y puedo jubilarme pero yo ya empecé a estudiar abogacía, es una carrera larga, que me demanda mucho tiempo y estoy a full con eso. Tengo una discapacidad, pero en vez de estar tirada en una cama y ser una molestia para los que están alrededor, hago algo que me gusta. Elijo no plantearme resultados inmediatos, dejo que las cosas vayan fluyendo y me tomo mi tiempo para no agobiarme.” Aideé, 59 años.
     
  • “Estoy jubilada y, hoy por hoy, lamentablemente pienso a la jubilación como un punto final, porque no hay demasiadas expectativas u opciones para nosotros. Sólo nos queda ver como llegar a fin de mes y nada más. Todavía no tengo un nuevo proyecto, quizás no lo sé buscar, ahí tengo que apuntar un poco mejor. Eso me dicen mis hijas, que me ayudan mucho dentro de lo que pueden. Me  gustaría hacer algo, todavía me siento bastante bien físicamente.” Cristina, 71 años.
  • “Yo ni siquiera pienso en la jubilación, no pienso dejar de hacer cosas y -de hecho- ya tengo proyectos para cuando pueda y no tenga necesidad de andar juntando el mango, como hacemos todos los laburantes. Para el futuro hay que estar muy atentos porque se está viniendo un cambio de paradigma. A diferencia de nuestros viejos, hoy se tiene otra visión de las cosas, desde el cuidado personal, de guardarse siempre un poquito para uno, porque puede haber una vida después de la jubilación para hacer algo que uno quiso antes y no pudo, o emprender alguna tarea nueva.” Marcelo, 47 años.

Los hijos y los nietos

  • “Tengo tres hijas y dos nietos que se ponen muy contentos de que yo haga esto. A mis nietos los malcrío y  disfruto mucho más que a mis hijos porque no tengo la responsabilidad de educarlos y mandarlos al colegio. Soy muy feliz con mi familia, aunque no se me note tanto en la cara.” Aideé, 59 años.
     
  • “Creo que el rol de la abuela ha cambiado con respecto a nuestros abuelos, hoy en día es más participativa y compinche con los nietos. Es cierto que a veces los malcriamos, te permitís cosas que con tus hijos no. Lo que les recomendaría a ellos es que no dejen de trabajar para educar a sus hijos como lo hice yo una parte de mi vida; que traten de compaginar trabajo y educación. Y que no piensen que cuando se llega a la jubilación se acaba todo, siempre hay algo mas que uno puede hacer.” Cristina, 71 años. 
     
  • “El consejo que yo le daría a mis hijos es que no hay que pararse sino tratar de superarse en algo, entrar a estudiar algo nuevo. Yo este año terminé una carrera universitaria. La vida es movimiento y hay que mantenerse en movimiento sea como sea en cualquier etapa de la vida; cuando cesa el movimiento ya no hay mas vida.” Marcelo, 47 años.

 

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Publicado en Aprender Salud - Contenidos Educativos del Htal. Italiano de Bs. As. Diciembre 2022