En el mundo en que vivimos, los datos se han convertido en la materia prima de más de una industria. Una vez trabajada, limpiada y organizada, esta materia prima, rebosante de información, tiene una potencialidad que a veces puede resultar abrumadora y a la vez fascinante. Es así como algunos se ven atraídos a ellos, viendo que esas posibilidades pueden mejorar la calidad de vida de la gente, una de esas personas es Santiago Esteban.
Santiago, es investigador y tiene en su haber más de cincuenta publicaciones académicas. Actualmente se desempeña como Gerente Operativo de Información y Estadísticas de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), puesto que desempeña desde abril de 2020, en pleno apogeo de la pandemia.
Su recorrido formativo se remonta a más de una década, cuando hizo la residencia en Medicina Familiar en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde actualmente es médico de planta. Cuenta además con un Master en Salud Pública en Harvard y un Máster Administración de Empresas en la Universidad de San Andrés.
Durante la charla que mantuvo con Innova, nos contó sobre sus comienzos, signados por la curiosidad, que lo llevaron a buscar cada vez más información, así hasta su llegada a los datos:
“Siempre supe que me gustaba la investigación, en cualquier tema, poder descubrir algo nuevo. Empecé a estudiar medicina con la idea de especializarme en neurología, que para mí era la relación más directa con la información, y a medida que avanzaba en la carrera, me fui desencantando y enamorando de otros rubros de la medicina. Me empezó a interesar más la salud de las poblaciones, cómo se comportan en su ambiente natural y cómo las cuestiones sociales influyen en el desarrollo de la salud; siempre con la investigación en mente”.
Ya estando en el hospital como residente de medicina familiar empezó a investigar en datos y allí identificó un problema: el acceso.
Investigó mucho tiempo en relación a cómo poder explotar los datos de los sistemas de información y a gran escala con la idea de poder ofrecer soluciones más customizadas y mejores respuestas que sólo las de los promedios poblacionales. A las personas generalmente les interesa saber qué les va a pasar a ellos, no al promedio.; “me parece lo más justo para las personas”.
Dado que tu carrera no fue lineal ¿cuánto de estructura y cuanto de flexibilidad tuviste que aplicar en ella?
Cuando me encontré con la posibilidad de desarrollar un área de datos en el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad, recién arrancaba el 2016, tuve que tener mucha flexibilidad, especialmente porque al principio estaba solo, entonces era todo el tiempo jugar el rol de ser analista, haciendo las tareas más tradicionales que había aprendido y a la vez, convertirme en alguien que llevara adelante los proyectos de otra forma, porque en la residencia de medicina familiar uno aprende a hacer las cosas más de asistencia, pero no tanto de gestión de proyectos.
Entonces vi la importancia de eso y tuve que ponerme a desarrollarlo. Llegó un momento que tenía que dirigir a personas en el equipo y no podía seguir siendo analista fulltime. Quienes trabajaban en el equipo necesitaban que alguien les consiguiera recursos, lugares donde procesar la información, mejores sueldos y muchas cuestiones que se fueron dando en forma muy solapada mientras se iban haciendo otras cosas. A veces no es fácil cuando uno está metido en ese proceso, darse cuenta lo que se necesita.
¿Cuánto del recorrido que hiciste en la creación de este equipo te sirvió para los años de pandemia?
Cuando comenzó dijimos, “menos mal que llegamos con estas cosas hechas” ya que teníamos muchos problemas resueltos y a la vez faltaba de todo, pero no estoy seguro que algo te prepare para esa situación, porque fue de mucha tensión. Era verdaderamente trabajar las 24 horas todos los días con presiones que no estábamos acostumbrados.
Además, uno generaba datos sobre los cuales otros iban a tomar decisiones muy importantes. Ya no era sólo responsable de lo que escribía en un artículo y punto, sino que entregaba información a nuestro equipo y a muchos actores.
Hubo que construir relaciones en base a la confianza, a la calidad del trabajo, a objetivos comunes, muchas cosas fueron muy gratificantes, pero también tensionantes.
Ese camino no lineal para el abordaje de la pandemia ¿Fue objetivamente la mejor estrategia?
Si tuviera que hacerlo ahora lo haría distinto, de hecho las planificaciones que hacemos de proyectos similares las empezamos totalmente diferente. No por eso es criticable el pasado reciente… Todo lo no lineal que hice fue útil para ese momento.
Fue bueno trabajar esas estructuras, tuvimos que incorporar cosas nuevas y también se sumaron muchas personas en la época de pandemia. El equipo es impresionante, gente muy motivada, responsable, dedicada a la tarea, con habilidades técnicas infernales, pero especialmente humanas, que también pudimos acompañar con la cuestión técnica. De todo eso lo más increíble es todo el esfuerzo del equipo.
Los momentos donde las cosas se podrían haber hecho mejor, principalmente tienen que ver con falta de experiencia en el manejo de la comunicación hacia afuera. Al contar con una enorme cantidad de proyectos seguidos, era difícil generar la comunicación hacia afuera como hablar con gente de otras provincias, del gobierno, periodistas. La comunicación no estaba desarrollada porque era un área “muy para adentro” y que de golpe tenía mucha exposición…no estábamos preparados para tener demasiadas conversaciones con varios equipos al mismo tiempo.
¿Cómo se organizó esa lógica hoy en día y qué proyectos tienen actualmente?
Se acomodó muchísimo en cuanto a la organización que tiene el Ministerio con sus propios proyectos; eso cae hacia abajo y va ayudando a ordenar a todas las tareas centrales de los equipos.
Hay un ordenamiento global de cuáles son las principales tareas, y cuáles son las que uno puede “empujar” en cuanto a temas que se quiere poner en agenda. Por ejemplo, nosotros tenemos proyectos de procesamiento de lenguaje natural y eso ya no está pensado como un proyecto aislado sino como un esquema de trabajo que intentamos poner en la agenda, porque tal vez es difícil que le gane y que esté a la misma altura que otros proyectos como la oferta de turnos del Ministerio.
Después hay proyectos internos nuestros, que están hechos para trabajar mejor nosotros y que vamos mechando entre los pedidos de información.
También nos llegan proyectos que dependen de un grupo de usuarios que quieren conocer la estadística de producción de un equipo, pedidos para proyectos de investigación o quien solicita el pedido basado en la Ley 104 de Acceso a la Información Pública.
Esas son las grandes demandas y nosotros tratamos de resolverlas. Estamos organizados de forma que podamos responder a programas (productos hacia afuera), o áreas como por ejemplo de políticas de datos, ingeniería de datos, que son las que desarrollan los productos hacia adentro: algoritmos internos, normativas. Después los programas son transversales, los de hospitales, de productos, epidemiología: que lo generan para el exterior. Ahora por ejemplo nos preparamos para los brotes de dengue que seguramente habrá el año que viene, tenemos ahí el Plan de Acción Sanitario que define el Ministerio, los actores y las acciones que llevarán adelante. Eso también precisa la información que vamos a dar a futuro, nosotros asignamos un responsable que trabaje el proyecto con los recursos analíticos, para ir revisando todos los productos que generamos.
¿Cómo te ves a vos y a tu equipo en los próximos 5 años?
El equipo ha madurado mucho y está super establecido en la institución.
Una de las cosas que necesitamos avanzar es poder darle más servicios a más áreas. Hay algunas áreas que se han sentido atraídas por nosotros, pero hay otras a las que no hemos podido llegar. Nos gustaría avanzar en ser el área de datos del Gobierno de Salud de toda la ciudad de Buenos Aires y no solo en el sistema público, que tiene mucha demanda y termina absorbiendo la mayor parte de los recursos que tenemos. Verdaderamente nos sentimos un área de gobierno, quisiéramos poder trabajar más hacia afuera, hacia la comunidad científica, compartir experiencias y tener una visión más clara sobre poder contestar, ¿qué está pasando en la ciudad de Buenos Aires?, para mejorar los procesos de toma de decisiones. Yo creo que este equipo va a ir hacia ahí.