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"Enfocarse en la eficiencia y la calidad"
Julián Lapuerta Santos

Fonseca Cruz es médico, nacido en Colombia, con formación de posgrado en áreas administrativas de la salud y lleva más de treinta años en el ejercicio profesional. 

Luego de lo que en su país se conoce como la reforma del Sistema de Seguridad Social, su enfoque viró hacia ese sector al percibir el gran aumento que se produjo en la demanda de profesionales de la salud con formación administrativa.  

A medida que su carrera profesional fue avanzando, las posiciones asumidas conllevaron mayores responsabilidades. Al principio en organizaciones de salud en el aseguramiento, luego en instituciones y hospitales privados de alta complejidad. 

Finalmente, se involucró en el mundo de las soluciones digitales en salud, lo que lo llevó a formar parte de Dedalus, lugar donde se desarrolla como Head of LATAM Clinical Office. 

¿Cómo funciona su solución de historia clínica electrónica?

Es uno de los productos más importantes de nuestro portafolio. Más de mil seiscientas instituciones hospitalarias en el mundo tienen instalada la Historia Clínica de Dedalus en diferentes geografías.

A Latinoamérica traemos Healthcare Information System (HCIS), que es un producto que estamos ofreciendo en el mercado sur de Europa (Francia, España, Andorra, Portugal, etc.).

Es una solución de última generación, desarrollada en arquitecturas que nos permiten estar en la nube, posibilitando una serie de características de flexibilidad, escalabilidad y economía, incluso a las organizaciones de salud. Es un sistema integrado de información que permite, independientemente del tipo de centro del que estemos hablando, dar soporte a todos los procesos asistenciales clínicos y administrativos de la organización. 

¿Cuáles son los requisitos básicos que necesita tener una institución para poder utilizar HCIS? 

Solo se debe contar con el nivel de madurez organizacional y tecnológica necesario, además de un área de TI (Tecnologías de la Información), que sea capaz de soportar el proceso de cambio tecnológico que involucra la incorporación de HCIS.

Un proceso que debe estar respaldado por la alta gerencia de la organización, que a su vez debe saber que es complejo porque consiste en cambiar el núcleo de la organización. 

Nosotros siempre usamos una metáfora en la que comparamos el cambiar de Historia Clínica Electrónica (HCE), con modificar el motor de un trasatlántico, pero mientras está navegando en alta mar. Porque un hospital no puede parar.

¿Es su historia clínica compatible con estándares y protocolos de interoperabilidad? 

Tiene que serlo; hoy en día no se concibe una solución de Electronic Medical Record, que no utilice apropiadamente los diferentes estándares de interoperabilidad, dentro de los cuales necesariamente tenemos que mencionar a HL7, y por supuesto, la última versión de FHIR. Estas soluciones deben utilizar adecuadamente, tanto estos estándares de interoperabilidad, como otras tecnologías y formas de integrarse con otros sistemas de información. Desde las más sencillas, como ir directamente a una base de datos, hasta otras más complicadas, como servicios web, etc. 

Fundamentalmente HL7 y FHIR son las tecnologías centrales que utilizamos. 

¿Cuáles son los lineamientos que debe seguir una institución y un modelo de Historia Clínica Electrónica, para garantizar la confidencialidad y seguridad de los datos? 

La seguridad de la información no radica solo en su confidencialidad, sino también en la integralidad y accesibilidad a ella. 

Me atrevo a decir que la sensibilidad de la información que maneja el sistema de salud es mil veces más grande que la información que se gestiona a nivel financiero. En ese sentido, las soluciones de HCE, desde el desarrollo mismo, deben traer incorporadas características avanzadas de seguridad que les permitan cumplir con las normativas actuales; nosotros nos regimos bajo la normativa general de protección de datos europea.

La solución, en su desarrollo, debe contemplar múltiples funcionalidades en ese aspecto. 

Pero por sí solas, no son suficientes. La propia organización de salud debe tomar una serie de medidas adicionales, desde el punto de vista de la arquitectura y de la infraestructura donde está alojada esa solución, para proteger la información. 

¿Cuáles son los beneficios  que obtiene el profesional a partir del uso de historias clínicas electrónicas? 

Todos los profesionales de la salud que están asociados a los episodios del cuidado al paciente, utilizan la información de los registros clínicos para tomar decisiones cada vez más seguras, más fundamentadas en evidencia y con menos grados de incertidumbre. 

De ahí radica la utilidad de las Historias Clínicas Electrónicas, que permiten pasar de esa generación antigua, de Historias Clínicas dedicadas solo a recoger datos, siendo sujetos pasivos, al registro del profesional, a una nueva generación donde las soluciones asisten al médico en la toma de decisiones clínicas, en tiempo real y más ajustadas a lo que requiere el paciente. 

Es así como vamos a ir abandonando paulatinamente, esto ya se ha hablado en publicaciones especializadas, la terminología Electronic Medical Record (EMR), por Sistemas de “Apoyo a la toma de Decisiones Clínicas”. Ese va a ser, en el futuro, el nombre de la Historia Clínica Electrónica. 

¿Cómo impacta el uso de una Historia Clínica Electrónica en la experiencia del paciente? 

Esa es una pregunta muy importante, que a veces no es tan aparente para todos los que trabajamos en este ambiente. 

Primero, cuando los profesionales de la salud pueden acceder más fácil y rápido a la información clínica del paciente, no tienen que, en una imagen muy típica de nuestros países, andar con una carpeta llena de documentos debajo del brazo de aquí para allá, sino que la información está ahí, en los sistemas para ser utilizada por ellos.

Esto incide directamente en la seguridad y en la calidad de la atención, porque se cuenta con información oportuna que está siempre disponible, independientemente que sea de hace cinco o diez años y probablemente el paciente ya la haya olvidado. Que esté disponible permite que se tomen mejores decisiones y que el paciente corra menos riesgos porque no habría muchos efectos adversos y al mismo tiempo, está más involucrado en sus procesos de cuidado. Hoy en día, todos googleamos antes de ir al médico. 

Además, con una HCE, el paciente espera tener acceso a través de los que llamamos portales de pacientes, a fragmentos o la totalidad de esa información. Incluso podemos habilitar que, en determinados momentos, registre datos clínicos. 

Así, una persona con una enfermedad crónica que está vinculada permanentemente con el equipo de cuidado puede retroalimentar constantemente y eso le permite tener una mejor experiencia. 

¿Cómo se involucran las Historias Clínicas Electrónicas con el ámbito académico y la generación de conocimiento? ¿Su solución incluye características para el análisis de datos y la generación de informes clínicos? 

HCIS está instalada en muchos hospitales de enseñanza y de investigación, de la mayor complejidad. En España y en América Latina ya estamos iniciando operaciones en instituciones que están dedicadas, no solamente a atender a las personas, sino también a generar conocimiento, e investigación clínica. 

Para ello hay que partir de una base: la historia clínica debe garantizar, en primer lugar, una muy adecuada calidad de los datos. Una historia clínica bien diseñada, mediante buenas arquitecturas de datos, permite recopilarlos de una forma más estructurada y sistematizada, para que los clínicos dedicados a la investigación y generación de conocimiento, puedan explotarlos de mejor manera. 

Mediante buenas bases clínicas, se puede reclutar a participantes, esto es importantísimo porque constituye la base de la generación y renovación del conocimiento científico y la formación de médicos, enfermeras, enfermeros y otros profesionales de la salud que estén haciendo sus prácticas en esos hospitales. 

¿Cómo se pueden aprovechar este tipo de soluciones en el Sistema Público de Salud? 

No es ningún secreto que en todos los países de Latinoamérica tenemos grandes brechas entre la infraestructura privada de servicios de salud y la perteneciente al gobierno y al sector público. No solamente en su capacidad organizativa y en la cantidad de recursos a los que acceden, sino también en la madurez de los procesos en general. 

La gran oportunidad es que los sistemas de información nos sirvan para equilibrar la calidad entre lo público y lo privado, porque al fin y al cabo son transparentes. Para un sistema de información es igual estar instalado en un hospital privado o uno público.

Por otra parte, en la gestión de lo público, pienso que la principal utilidad va a ser la capacidad de la explotación de la información de grandes conglomerados de pacientes, mediante sistemas estandarizados. Es decir, que los sistemas de salud públicos puedan con esa información, tomar mejores decisiones de políticas públicas en salud.

¿Qué tipo de soporte técnico y capacitación ofrecen a los usuarios? 

En América Latina, contamos con una sólida base de clientes instalada. Dedalus, ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, tanto de manera orgánica como a través de la adquisición de otras compañías que ya contaban con sus propias bases de clientes en Argentina, Perú, Chile, México y Panamá. Con el objetivo de brindar un soporte óptimo a nuestros clientes, hemos establecido un considerable número de recursos humanos en cada uno de estos países, disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana. Nuestro equipo de ingenieros está contratado específicamente para ofrecer asistencia, implementación y despliegue de soluciones en todos los países mencionados anteriormente. Estamos comprometidos en garantizar el éxito y satisfacción de nuestros clientes en la región latinoamericana.

Proyectando hacia el futuro ¿hacia dónde está yendo el mercado? ¿Se está pensando en la integración de Inteligencia Artificial a las HCE? 

El mercado, va fundamentalmente, hacia las soluciones cloud cuya propuesta de valor es ofrecer un servicio con un costo de adquisición menor, manteniendo los niveles de seguridad y desempeño que ofrecen propuestas on premise. Creo que es la mayor tendencia.

En segundo lugar, se puede pensar en el tema de la inteligencia artificial, sin lugar a dudas, que va a marcar el futuro de varias formas en cuanto a la analítica de grandes volúmenes de datos. Nos va a poder mostrar muchísimas más capacidades para hacer investigación clínica y poder detectar cosas que manualmente un ser humano no puede encontrar en tiempo real. Eso se concreta en mejores herramientas de diagnóstico y soluciones que descubren, cada vez más rápidamente, datos previos del paciente que puedan asistir al profesional para sugerir mejores opciones de diagnóstico. 

Obviamente, hay que tener mucho cuidado y ser muy juiciosos a la hora de incorporar estos algoritmos a la práctica clínica, porque hay casos de IA, a los que se les introduce datos con ruido o sesgos y acaban brindando información inadecuada.