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Historia


La historia de la Biblioteca Central está íntimamente ligada a la del Departamento de Docencia e Investigación (DDI); diríamos que es una consecuencia de la creación de este Departamento. Esto ocurrió en 1968, cuando un grupo de médicos impulsó la organización de una biblioteca que pudiera albergar las colecciones de revistas que estaban dispersas por el Hospital y acercar la información a los profesionales de la Institución. El flamante Departamento de Docencia tuvo este interés entre sus prioridades y fue apoyado en esta tarea por la Dirección del Hospital.
 
La Biblioteca Central (1) -como se la llamó- abrió sus puertas el 21 de abril de 1969 (2) y siempre estuvo en manos de bibliotecarios profesionales. Su fondo bibliográfico estaba compuesto por 130 obras y 57 títulos de revistas. Parte de estos títulos fueron cedidos por los servicios de Cardiología, Cirugía y Cirugía Cardiovascular, otros fueron suscriptos por el Departamento de Docencia. Durante mucho tiempo fue una biblioteca de bibliotecario único (3), sin embargo con el correr de los años fue incrementándose su colección, sus servicios y por supuesto su personal también (4).

Si bien la biblioteca es utilizada por alumnos de la escuela de enfermería y de la unidad hospitalaria, fundamentalmente, la colección estuvo siempre orientada al profesional ya graduado o en etapas finales de formación; es por ello que su fuerte se concentra en las publicaciones periódicas. Esta condición ha comenzado a cambiar desde la apertura de la Escuela de Medicina (5), puesto que ahora la Biblioteca tiene que acompañar al alumno desde las fases iniciales de su carrera, por lo tanto sus colecciones y servicios deben modificarse, ampliarse y/o crearse para atender a las nuevas necesidades.

Instalaciones

El primer local que ocupó se encontraba en el subsuelo, en el corredor central cerca de lo que hoy es Tesorería, era una habitación pequeña con algunas estanterías, mesas y una fotocopiadora. No existe ninguna foto de esa primer habitación pero sí tenemos un dibujo aproximado. Funcionó aquí hasta 1971.

En 1972 se obtuvo el traslado al 2do piso, ocupando los ambientes del exquirófano central. Este lugar contaba con buena iluminación natural y ventilación y -lo que es más importante- tenía posibilidades de expansión. En un principio se compartió el espacio conjuntamente con las oficinas del Departamento de Docencia.

En 1977 se llevó a cabo una remodelación con aporte de la empresa Techint que permitió adaptar mejor la planta física a las necesidades de la Biblioteca: una sala de lectura con comodidad para 14 lectores y mayor capacidad para estanterías gracias a la construcción de una galería superior.

Dibujo, 1969.
Ambiente de ex-quirófano central, 1972.Sala de lectura y galería superior, 1977.
Más tarde, se pudo habilitar una de las oficinas que ocupaba la Secretaría del DDI para instalar el servicio de fotocopias. El Departamento de Docencia inició también por estos años un período de crecimiento, trasladándose por etapas, primero enfrente y luego al sector que ocupa en la actualidad. La mudanza de sus oficinas se concretó en la primera mitad de 1984, mientras tanto el local que compartía con la biblioteca se destinó íntegramente a ampliar las instalaciones de ésta. Sin embargo, la intención final era lograr que el DDI en su conjunto estuviera reunido en un solo lugar; para ello fue necesario realizar una construcción nueva que permitiera albergar también a la biblioteca. Se destinó para esto la habitación que ocupaba el archivo de historias clínicas que está en el segundo piso sobre la entrada de Gascón. Una vez desalojado el archivo, se planificó la estructura de la nueva biblioteca: se hizo un entrepiso con oficinas, sala de lectura, salones para usos varios, nuevas estanterías en los salones de la planta baja, depósitos, y recepción.
Finalizadas las obras, el traslado definitivo de la Biblioteca se hizo en diciembre de 1990. La mudanza comenzó a hacerse tres meses antes: primero se ocuparon los depósitos, con las colecciones más antiguas. El resto se dispuso en las salas de lectura manteniendo el sistema de estantería abierta (es decir de acceso libre al estante), respetando una ordenación temática y dentro de cada grupo, alfabética de título.

De acuerdo con su naturaleza, la Biblioteca ha ido transformándose permantemente, no sólo desde el punto de vista del espacio físico, también se han diversificado sus funciones y sus servicios, atendiendo a las necesidades impuestas por los tiempos.
Sala de lectura, 1999.

Colección y servicios

El fondo bibliográfico inicial estaba conformado por materiales que habían sido cedidos por algunos servicios del Hospital. Partiendo de este núcleo, se fueron incorporando nuevos títulos de revistas, tratando de cubrir todas las especialidades médicas de la Institución. Esta pretensión se fue modificando con el paso del tiempo, atendiendo por un lado al uso de las colecciones, y por el otro, a la disponibilidad de recursos financieros.

En 1979, una importante donación de la Editorial Médica Panamericana permitió la incorporación de 350 libros. Hoy contamos con más de 2300 volúmenes y alrededor de 300 títulos de revistas, de los cuales la mitad se recibe regularmente.

Técnicamente, el acceso al fondo bibliográfico se hizo al principio de acuerdo con los procedimientos vigentes en la década del '70: catálogos tradicionales en fichas con una clasificación sistemática basada en la CDU (Clasificación Decimal Universal) y acceso alfabético por autor, más al control de accesión para las publicaciones periódicas (KARDEX). Las colecciones siempre estuvieron dispuestas de manera directa al público a través de estantes abiertos. Este sistema se mantiene hasta hoy con la excepción de los materiales que están en depósito.

Actualmente, los catálogos de la biblioteca se encuentran automatizados en su totalidad siguiendo las normas internacionales y pueden consultarse in situ. El catálogo de publicaciones periódicas está disponible también en Internet a través de la página web de la Biblioteca.

Con la colección propia es posible satisfacer el sesenta por ciento de las demandas de información. Sin embargo, las crecientes necesidades de los usuarios han hecho que la Biblioteca tuviera siempre en cuenta la cooperación con otras instituciones para atender a aquellas que no puede resolver con sus propios fondos.
Por ello, desde un principio colaboró

Catálogo de la Biblioteca Central, 2002.Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas del CAYCIT, 1985.
con el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas que elabora el Centro Argentino de Información Científica y Técnica (CAICYT) del CONICET, el más importante en su género que compila el país y en el que participan todas las bibliotecas científicas de la Argentina. Nuestra colaboración se materializó en 1969 con el aporte de 85 registros; en 1979, se informó sobre 126 títulos y en 1983 se actualizó el estado de 111 colecciones.
En noviembre de 1975 se creó la Asociación de Bibliotecas Biomédicas Argentinas, de la cual la Biblioteca también formó parte desde sus inicios. Esta vez se trataba de un proyecto específico de bibliotecas especializadas en el área y su participación fue muy activa en el grupo pionero, ya que integraba la Comisión Directiva. La colección completa de sus publicaciones periódicas estuvo presente en las cuatro ediciones del Catálogo Colectivo que publicó dicha Asociación entre 1981 y 1999.

Los servicios de fotocopias y préstamo a domicilio (para profesionales de la institución) comenzaron a funcionar desde el momento de apertura de la Biblioteca. Más tarde se fueron incorporando otros: en 1972, la distribución de sumarios o páginas de contenido; en 1976, la recepción y entrega de material fotográfico. La década del '80 fue un período de expansión para los servicios de la Biblioteca, principalmente el de conmutación bibliográfica, realizado a partir de y gracias a los catálogos colectivos y al trabajo en común. Este "sistema de préstamo interbibliotecario" permitía localizar material solicitado por los usuarios fuera de nuestra propia colección, obtener una copia, y a la vez ofrecer las mismas posibilidades a las otras instituciones del área biomédica. Del material obtenido por este medio, la biblioteca guardó copias que aún mantiene ordenadas y registradas en una base de datos que alcanza los 7846 registros. El servicio se vio favorecido por el télex incorporado en 1982, luego por el fax y actualmente por el correo electrónico y fue por muchos años el de mayor volumen de trabajo para la biblioteca.
Gran parte de este intercambio se realiza con bibliotecas del país, y luego con BIREME (Biblioteca Regional de Medicina cuya sede está en San Pablo, Brasil) y la National Library of Medicine (NLM) en Bethesda, Estados Unidos.

La década del '90 también ofreció crecimiento a sus responsabilidades y tareas. El servicio de búsquedas bibliográficas incorporó las bases de datos MEDLINE, elaborada por la National Library of Medicine y LILACS de BIREME, ambas en soporte óptico. En 1997 cuando la NLM estableció el acceso gratuito a MEDLINE a través de Internet, se instaló una computadora en la sala de lectura para ofrecer a residentes y becarios la posibilidad de hacer sus
Sala de lectura y computación, 2000
búsquedas en forma personal. En el 2000, las máquinas disponibles se aumentaron a tres. También en ese año comenzó a ofrecerse el acceso al texto completo en forma electrónica de algunas de las revistas que suscribía la biblioteca.
Desde 1991, personal de la Biblioteca integra el Comité Editorial de la Revista del Hospital Italiano de Buenos Aires, en la coordinación editorial, la revisión bibliográfica, la distribución de la revista y su publicación en Internet, dentro del sitio del Hospital.

Dentro de la Institución, la Biblioteca Central ha tratado de estar estrechamente unida a la vida del Hospital y ha participado de todos los proyectos propuestos, tanto formando parte de comisiones, como ampliando sus servicios para acompañar las innovaciones introducidas. Desde siempre participó en las actividades docentes, impartiendo clases de introducción a la investigación bibliográfica, actividad que se regularizó con el dictado del módulo Búsquedas Bibliográficas perteneciente al curso anual organizado por el
Departamento de Informática en salud del DDI.
Revista del Hospital Italiano de Buenos Aires

En 1999, la Biblioteca festejó sus 30 años de vida junto con las autoridades del Hospital, usuarios, y colegas de otras de instituciones.

En la actualidad la Biblioteca forma parte de la Red Nacional de Información en Ciencias de la Salud (RENICS) y la Red Latinoamericana y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud. Indiza cuatro revistas nacionales para la base de datos LILACS (Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud). Tiene su página web en el sitio del Hospital Italiano, participa del proyecto informático institucional referido a la organización de la INTRANET y del proyecto de la Biblioteca Virtual en Salud (BVS) liderado por BIREME.

Botón 30º aniversario de la Biblioteca Central, 1999
El futuro le propone el desafío de encarar la inserción definitiva del formato electrónico con todo lo que ello implica: nuevas formas de acceso a la información, de trabajo intelectual, hábitos de lectura, etc. Para estar de acuerdo con los tiempos que le toca vivir, próximamente la Biblioteca integrará un consorcio con otras instituciones similares para acceder a recursos digitales que permitirán ampliar sus colecciones y servicios, y también interactuar de manera diferente con sus usuarios.

Notas
(1) Se llamó Biblioteca Central porque la idea era reunir en un solo lugar todas las colecciones dispersas que tenían los distintos servicios, y de ese modo centralizar el control, procesamiento técnico y actividades tendientes a satisfacer las necesidades de información de los profesionales de la Institución y al mantenimiento del fondo bibliográfico.
(2) Los dos primeros concurrentes fueron los Dres. Claudio Caproni y Félix Fabrikant.
(3) Desde su fundación, la biblioteca estuvo en manos de la Bibliotecaria María del Rosario Revello, actualmente la Jefa es la Lic. Virginia Garrote.
(4) El equipo está fomado por dos bibliotecarias profesionales y dos auxiliares administrativas capacitadas en tareas específicas.
(5) El 1º de marzo de 2001 la Escuela de Medicina inició su primer año lectivo.