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Medicina en imágenes

  • 2006 | febrero
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    • Hildegarda de Bingen

      Hildegard von Bingen. Bemersheim (1098-1179). Abadesa, líder monástica, mística, profetisa, médica, compositora y escritora alemana.


    • “Después vi un esplendor inmenso y muy sereno que se encendía como [si tuviera] muchos ojos, con cuatro ángulos apuntando hacia las cuatro partes del mundo –representaba el secreto del Creador Supremo, que me fue revelado en el más grande misterio–, en el cual apareció otro esplendor semejante a la aurora, que albergaba una fulgurante claridad purpúrea. Y he aquí que vi en la tierra unos hombres que llevaban leche en vasijas de barro, para hacer queso: una parte de la leche era espesa, por lo que los quesos resultaron fuertes; otra parte era ligera, y de ella se hicieron quesos suaves; una tercera parte se hallaba mezclada con fermento, y de ella se obtuvieron quesos amargos.

      Y luego vi una imagen de mujer que tenía en su vientre una forma humana enteramente formada. Y entonces, por secreto designio del Creador Supremo, esa forma se movió con un movimiento que denotaba vida, y una esfera de fuego sin figura humana alguna penetró su corazón, tocó su cerebro y se esparció a través de todos sus miembros.

      Pero después la misma forma de hombre, así vivificada, salió del vientre de la mujer; y cambiaba de color según los movimientos de aquella esfera que lo habitaba”. [Hildegardis Scivias I, 4-1. Ed. Adelgundis Führkötter O.S.B. collab. Angela Carlevaris O.S.B.. In: Corpus Christianorum Continuatio Mediaevalis. Vol. 43-43a. Turnhout: Brepols, 1978. Ver en:
      http://www.hildegardadebingen.com.ar/Scivias_I_4_1_det.htm]

      La abadesa de Bingen nació a finales del siglo XI en el seno de una familia noble y numerosa de la región renana, en Alemania. Era la menor de 10 hermanos y, por este motivo, fue ofrecida a Dios a los 8 años de edad. Uno de sus hermanos era cantor en la Catedral de Maguncia, otro canónigo en Tholey, y una hermana también tomaría los hábitos en el mismo monasterio de Hildegarda. Esto era bastante común en una familia aristocrática y numerosa, cuyo fin primordial era preservar el patrimonio en pocas manos, evitando su dispersión.

      Hildegarda fue enseguida acogida bajo la tutela de Jutta von Sponheim, abadesa del monasterio benedictino de Disibodenberg, quien se ocupó de su educación enseñándole latín, griego, liturgia, música, oración y ciencias naturales además de una ascética disciplina. Siempre tuvo una salud débil y fueron frecuentes y largas sus enfermedades, aunque era dueña de una gran resistencia. A los 18 años tomó los hábitos. A la muerte de Jutta en 1136, el resto de las hermanas de la congregación eligió a Hildegarda como su sucesora. Años más tarde, Hildegarda reconoce y manifiesta su don profético. Compone el Scivias (Conoce las vías), de corte místico, con la ayuda del monje Volmar, fiel asistente y amigo y una joven monja llamada Ricarda, a quien quería como a una hija. Esta es una de sus obras más influyentes y contiene bellas ilustraciones, una de las cuales es ahora nuestra imagen de tapa. El Scivias registra interesantes conceptos biológicos: el cuerpo humano se formaba a partir de una semilla. Prefigurando la teoría moderna de la herencia, representaba a los individuos dotados, de manera desigual, de diferentes cualidades que, junto con la forma física, heredaban de sus padres. El alma venía de Dios y entraba en el feto por una larga estructura tubular.

      Otras obras son: Liber vitae meritorum, sobre ética, Operatione dei, sobre teología, el Liber simplicis medicinae, importantísimo para la medicina, pues en él se hace un acercamiento a la ciencia de curar desde la perspectiva holística incluyendo conocimientos de botánica y de biología. Esta obra posteriormente fue publicada con el título de Physica (1533) y adquirió gran popularidad siendo luego utilizada como libro de texto en la escuela de medicina de Montpellier. El Liber compositae medicinae o Causae et curae trata sobre las enfermedades, pero desde el punto de vista teórico explicando sus causas y síntomas. Está formado por cinco libros de teoría médica y remedios en los que relaciona el macrocosmos (concepto místico del universo) con el microcosmos (enfermedades específicas del cuerpo humano). Habla detallada e imaginativamente de la relación de los cuatro humores con la salud: al ser perturbados los humores las venas empezaban a hervir, podía subir fiebre, se despertaban pasiones como la ira y la mente se podía ver afectada. Las combinaciones de los humores definían los tipos de carácter (sanguíneo, colérico, melancólico y flemático) y hasta podía predecirse el destino por ejemplo, cómo serían las relaciones entre cónyuges o la descendencia que tendrían. También había alusiones al calendario lunar y su influencia en la naturaleza de las personas según el día en que habían sido concebidas (no el de nacimiento, por eso no puede hablarse de astrología).

      Como expresa Alic, la ciencia de Hildegarda fue inseparable de su teología. Sus visiones y profecías terminaron dándole credibilidad lo cual la convirtió en la abadesa más influyente y en una de las científicas más importantes del siglo XII. Dueña de un carácter temperamental, mantuvo correspondencia con importantes personalidades de su tiempo: altos dignatarios de la Iglesia y jefes de Estado como consultora y profeta. Su fama como curadora con poderes milagrosos fue mayor aún que la de científica y mística. Fue la primera autora importante de libros médicos en Alemania. Su medicina combinaba analogías bíblicas y microcósmicas con la teoría humoral de Galeno, la medicina popular y su propia experiencia. Era muy consciente de la importancia de higiene, la buena alimentación, el descanso y el ejercicio. Aconsejaba medicamentos en dosis pequeñas. Aunque criticaba las artes diabólicas y la adivinación consideraba que la magia era parte integrante de las sustancias y los fenómenos naturales y daba recetas, cristianas y paganas, para contrarrestar la magia negra.

      Escribió también tratados teológicos, biografías, himnos, poemas y composiciones musicales, entre ellas, la primera música para una misa compuesta por una mujer que ha llegado hasta nosotros.

      En su gran mayoría, los científicos en la Edad Media eran hombres y mujeres pertenecientes a órdenes religiosas. Algunas monjas llevaban una vida aislada y austera, pero otras encontraban en los conventos posibilidades de educación y trabajo. En este sentido existía cierta liberalidad, no era raro encontrar mujeres médicas, profesoras de medicina, enfermeras, etc. Las comunidades religiosas contaban con instalaciones aseadas, bien ventiladas, con condiciones sanitarias aceptables y comida saludable para atender algunos problemas de salud. Estas mujeres, en su mayoría, provenían de clases acomodadas o de familias reales. No todas hacían votos permanentes, es decir que podían ir y venir libremente.

      El siglo XII fue testigo y escenario del inicio de un renacimiento científico. La influencia de los árabes era palpable en las traducciones al latín de textos griegos y pronto se vería el redescubrimiento de la sabiduría de los antiguos tal como había sido preservada y mejorada por ellos. Los escritos de Hildegarda fueron de los primeros en mostrar esta herencia en el pensamiento europeo occidental.


      Bibliografía:

      Alic, Margaret. El legado de Hipatia: historia de las mujeres en la ciencia desde la Antigüedad hasta fines del siglo XIX. México: Siglo Veintiuno, 1991. p. 79-95.

       

      Fumagalli Beonio Brocchieri, Mariateresa. “Hildegarda, la profetisa”. En: Bertini, Ferruccio, et al. La mujer medieval. Madrid: Alianza, 1989. p. 177-201.


      En la Web:


      H
      ildegard of Bingen
      http://www.hildegard.org/. Johannes Gutenberg University
      [Consulta: 30/01/06]


      Hildegarda de Bingen / Azucena Adelina Fraboschi.
      http://www.hildegardadebingen.com.ar/
      [Consulta: 30/01/06]


      Hildegarda de Bingen / Rosa María Piquer i Pomés
      http://www.fespinal.com/espinal/catala/eides/eict41.htm
      [Consulta: 30/01/06]


      Las enfermedades de Santa Hildegarda de Bingen / David Ezpeleta

      http://www.infodoctor.org/neuro/Art29.htm

      [Consulta: 30/01/06]

       

      Wikipedia. The free encyclopedia.

      http://es.wikipedia.org/wiki/Hildegard_of_Bingen

      [Consulta: 30/01/06]